22/2/13

¿De caza o de casa?




No es lo mismo perro de casa que de caza…
El de casa, cace o no cace, sea bretón, pointer, braco, podenco, galgo o mil cruces, es querido de la mañana a la noche.

Algunos de caza también son queridos cuando cazan pero, regalados o abandonados, cuando no cazan.
El de casa posee como cama un almohadón o camastro y, como comida, un cuenco de pienso, algún capricho que otro y por supuesto, agua limpia a disposición.
Algunos de caza poseen como cama un bidón vacío o una caseta maltrecha… Y, para comer, pan duro o sobras y algo de agua verde.
El de casa disfruta de salidas continuas si vive en jardín adosado, chalet, campo y disfrutará de los paseos aunque viva en un piso… O paseos de mañana, tarde y noche, si su vida transcurre en un piso.
Algunos de caza vive atados al deseo de su dueño. Entre semana, una cadena les mantiene pegado a una anilla de hierro oxidada. Disponen de un metro cuadrado como todo territorio… Y, sólo cuando el fin de semana abre la temporada, carreras tras la presa por el campo.

El de casa visita al veterinario regularmente, tanto para prevenir como para curar.
Algunos de caza, salvo vacunaciones legales, nunca pisan la consulta.

Si es hembra, la de casa pare una o ninguna vez en toda su vida.
Algunas de caza paren una y otra vez durante toda su vida.

El de casa, a base de lametazos y alegría, recibe siempre a sus dueños. Se derrite cuando les presiente. Lloriquea y ladra oyendo sus pasos que se acercan.
Los de caza también lo hacen pero, al final, algunos se asustan sin remedio pensando que puedan pegarles.



El de casa es una perro normal…Y el de caza también.


Raúl Mérida