Historias increíbles

Tigres y leones en pisos, pumas en chalets, linces, monos, serpientes...

Historias que ellos no pueden contar

Debemos hacer eco de sus historias; rescates, maltratos...

Historias que podrían haber sido la última

Cachorros, ancianos, con pedigree, inválidos... Da igual su raza y "valor".

Historias de rechazo

Muchos son abandonados cuando dejan de ser "útiles".

Historias de supervivencia

Historias que narran la lucha por sobrevivir al abandono.

29/3/15

El animal perfecto

Para un animal salvaje el paraíso se llama libertad. 

Cuenta una vieja leyenda asiática que, hace millones de años, el cielo y la tierra se casaron y, desde entonces hasta ahora,  jamás se han separado. El fruto de su amor son los animales que pueblan el mundo. 

Tenía 91 años de edad cuando le visitó la muerte hace sólo unos días. Se llamaba Lee Kuan Yew y fue durante más de treinta años presidente del gobierno de Singapur y creador del mismo en su estado moderno. 
Cargado de luces y sombras, consiguió que dicho país pasara de ser de los más pobres del continente al más rico y avanzado, cosa, realmente, increíble. Pero, lo más curioso fueron las medidas sociales que aplicó... Por ejemplo, harto de la suciedad de las calles y de los chicles pegados en las aceras, prohibió mascar chicle e incluso la venta de los mismos. Por supuesto, también castigó con pena de cárcel cualquier conducta o actitud incívica, tales como  colarse en una cola, no ceder el paso cuando es obligatorio, insultar a alguien, etc, etc.
Por otro lado, consiguió que Singapur,  el país más violento del mundo, pasara a ser el más seguro, ¿y cómo lo hizo?  Pues tampoco se calentó mucho la cabeza. Aplicó la pena capital a todo aquel al que se le fuera la mano. Y no acabó ahí, también consiguió reducir a cero los robos y la corrupción hasta entonces generalizada. El método tampoco fue muy elaborado.  Todo político que se demostrara que había sido corrupto, acababa ahorcado. Así se las gastaba el hombre.
Claro que también puso en marcha otras medidas que lo dimensionan de forma distinta…
Por ejemplo, prohibió los guetos. Impidió que personas de un mismo grupo, etnia o religión no se mezclaran con los de otras y fue uno de los pioneros en lo que, posteriormente, se llamó interculturalidad

Pero, ¿y en el caso de los animales? 
Lee Kuan había estudiado en Londres pero era una persona en la que pesaba, por encima de todo, la cultura asiática… Así, sentía una enorme atracción hacia el mundo los animales y se definía como un firme defensor de los recursos naturales y la conservación del planeta. 
Quizás por eso creo el primer zoo abierto del mundo. Impidió por ley que existieran vallas o rejas en el mismo y dispuso que todas las separaciones entre los espacios que ocuparan los animales fueran naturales, creando así una auténtica reserva natural de animales.
También puso en marcha medidas importantes contra el tráfico ilegal de especies y consiguió que, al menos, en su pequeño país, no se fomentara el mismo. Y eso que, en su caso, era bien difícil porque Singapur posee uno de los animales más codiciados del mundo; el famoso tigre blanco… Solía decir de él que era, sin lugar a dudas, una de las creaciones más perfectas de la naturaleza.
Lo que, por cierto, me recuerda otra historia de mi vida… 

Arca de Noé. Abril del año 2008. 
Varios tigres blancos, procedentes la mayoría de circos y decomisos de la policía, aguardaban su traslado a otros parques de toda Europa. Habíamos conseguido, con el permiso de las autoridades, reubicar los mismos y todo estaba preparado para su traslado (el camión que los transportaría, el personal necesario para su carga, los veterinarios especializados en su cuidado…). Sólo quedaba esperar que los animales se introdujeran en el trasportín especial de hierro que habíamos preparado para ellos.
Y así, aquella mañana, uno tras otro fueron entrando en los mismos hasta que, finalmente, sólo nos quedaba el último de ellos.
Era un tigre blanco precioso, de infinita musculatura y cuerpo erguido y fuerte.
Enganchamos el trasportín al cemento con alambres para que no pudiera escaparse y enfrentamos la puerta del mismo a la de la jaula. Sólo quedaba levantar ambos cierres y, como en los casos anteriores, el animal pasaría de un recinto al otro… Pero algo falló.
El animal se asustó… Poderoso como era, saltó, corrió y se lanzó con tanta fuerza  que, de un solo golpe, rompió todos los agarres y echó por tierra todas las medidas de seguridad que habíamos preparado… 
Y así, aquel día, durante unos segundos eternos, el último tigre blanco que íbamos a trasladar, quedó libre frente a nosotros.  

Me dio la sensación de que el tiempo se detuvo. Pude apreciar cada centímetro de su piel, su cuerpo,  la belleza de su pelo, su mirada profunda, sus ojos…
Por primera vez en mi vida, no me separaba nada de él, apenas unos metros, ni valla, ni alambrado, ni muro alguno. Aún hoy me pregunto por qué no nos atacó. Si hubiera querido nos hubiera matado allí mismo pero, afortunadamente, no quiso. Supongo que el animal se quedó tan asustado como nosotros y, mientras salíamos del recinto a toda velocidad, él se metió en su dormitorio de nuevo en dirección opuesta. 
Cada uno decidió volver a ocupar el puesto que la vida nos había reservado. Él dentro de una jaula y nosotros fuera.
Más tarde pudimos conseguir finalmente meterlo en el transporte sin más sobresaltos y trasladarlo a su nuevo destino. Hoy vive en un centro europeo especializado en la protección de su especie.
En cualquier caso, nunca olvidaré que,  aquel día, pensé lo mismo que el presidente de Singapur hoy ya fallecido y es que, un tigre blanco visto de cerca es, simplemente, perfecto. 


Raúl Mérida


Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda. Más información en: www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com



22/3/15

Un gran tipo

Sólo mueren aquellos a los que nuestro corazón olvida.
 
Nació en Madrid, un 24 de marzo de 1983. Joven, delgado, alto, moreno y cámara de profesión y vocación. Santiago Trancho, Santi para todos los que lo conocimos, sentía pasión por la vida. Tenía la extraña virtud de convertir el futuro en presente cuando te hablaba de alguno de sus próximos proyectos. Fue un lujo conocerle y ser su amigo. Murió unos días antes de cumplir los 32.
 
Madrid. Sábado 7 de marzo del año 2015 - 13:00. 
Santi sale con su moto destino a la capital de España. Conduce tranquilo. Es un trayecto que conoce bien.
Piensa en Ana Fernández, su novia, una conocida actriz a la que entregó su corazón desde que la conoció. Enamorado, como sólo se enamoran aquellos que tienen un corazón tan grande como él, solía decir que le gustaba verse reflejado en los ojos de su chica.
Ella, malagueña, se refería a él como el gran amor de su vida. Desde que se conocieron, jamás se separaron. Era una de esas parejas perfectas que, a veces, parece que la vida no perdona cuando se producen.  Una vez me dijo Santi que se sentía tan feliz que le daba miedo.

Aquella mañana, como otras muchas veces, su corazón y su mente caminaban juntas. Su novia, su trabajo, su vocación y, mil cosas más, volaban por su cabeza; su moto iba poco a poco, recorriendo kilómetros por la carretera M-505. El km 13, después el 14, una recta, luego  una curva y delante, un camión.  
Y, por fin, el kilómetro 15. 
Mira el reloj, son las 13:20 h. Piensa: Voy a adelantarle y sigo avanzando. 
Un frenazo brusco. Un golpe seco. Todo terminó.

Santi Trancho, cámara de televisión, famoso por sus programas junto a Nacho y Frank de la Jungla, murió en ese instante.  Su muerte me recordó a la de Félix Rodríguez de la Fuente que falleció el mismo mes y casi el mismo día, también en accidente, aunque muchos años antes.

Santi nació televisivamente, en cuanto a su fama, en la serie de Frank de la Jungla y, cómo todas las cosas importantes, fue casi por casualidad. La idea de realizar una serie de este tipo nació a raíz de un programa de Callejeros Viajeros en el que aparecía Frank Cuesta y su escuela de tenis. La persona y el personaje, tan unidos en este caso, tenían tal fuerza que cuando las imágenes llegaron a Madrid, inmediatamente, nació la idea. Sin embargo, había que montar un equipo para dar forma a ese proyecto. La productora Molinos de Papel empezó a dibujar lo que sería, no sólo un premio Ondas, sino además, un tremendo éxito televisivo, probablemente, sin precedentes.
Encargó a Nacho Medina, un gran reportero de máxima confianza, que fuera él el responsable de lo que en Tailandia ocurriera. Nacho eligió como cámara a Santi sabiendo que era un valor seguro. Y los dos se marcharon una madrugada de hace algunos años en un avión camino de la mayor aventura que habrían vivido jamás. 
Ninguno conocía entonces a Frank ni  tenían la menor idea de lo que allí iban a suceder.
Cuando se encontraron los tres juntos, Nacho, Frank y Santi, nació una nueva forma de acercar el mundo de los animales a las personas. Un estilo directo, integrando por primera vez a cámara y reportero en la grabación de cada uno de los espacios.
En realidad, Nacho fue quien tuvo la idea.  Llegó allí cargado de sus cosas, su genialidad, sus manías y esa forma de ser súper escrupulosa que siempre le acompaña. Sólo les daré un detalle para que se den cuenta de su acusada personalidad. Nunca olvidaré una comida en Valencia. Éramos sólo cinco personas en total. No sé que me resultó más divertido, si ver a Nacho que,  cada vez que le servían un refresco en uno de los principales hoteles de Valencia, miraba concienzudamente la fecha de caducidad de la misma antes de beberla o escuchar pedir a  Frank  vasos de agua caliente para beber durante el trascurso de la misma. Nada quita más la sed, decía.
A Santi lo conocí por primera vez hace algo más de cinco años. Nos encontramos en nuestro santuario de animales Arca de Noé. Llegó entonces acompañado de Frank y de Sonia López, otra grandísima reportera que, además, para mí es, por encima de todo, una importante amiga.
Aquella tarde compartí con Santi su forma de ver la vida, su pasión por el trabajo.

Comprendí, entonces, lo que el futuro acabó confirmándome cada vez que los veía juntos, y era  la relación tan especial que tenía con Frank.
Decía Carolina Cubillo, la directora de la productora y alma mater de Frank de la Jungla, que sólo hay tres personas a las que Frank hacía caso, Nacho, Santi y yo… Para mí es un honor estar entre ellas aunque no creo que sea verdad. Frank es incontrolable  porque él no es un animal televisivo, es simplemente, un animal que, eso sí, como todos los animales, tiene un enorme corazón.
En cualquier caso, ver a Santi hablando con Frank, discutir, reír, pelearse o hacer las paces, era una experiencia que aquel que la ha presenciado, nunca olvidará, porque Santi era, por encima de todo, vida en estado puro.

En fin que, cómo me dijo Sonia hace unos días, Santi era un gran tipo… Sí, sin duda, lo era.  Quizás por eso, no puedo dejar de preguntarme una y otra vez: ¿por qué siempre se irán los mejores?.
Descanse en paz, Santi Trancho.
 
Raúl Mérida
 


Nota: En nuestro Santuario para Animales Salvajes recogemos a aquellos animales salvajes que lo necesitan, la mayoría han sido víctimas del tráfico ilegal de especies, el abandono o el maltrato.  Más información en: www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com

15/3/15

Animales invisibles


 Llamar perro a una persona es insultar al perro

Existe una casta en la india formada por los invisibles. Son personas que tienen terminantemente prohibido dejarse ver. Se les considera seres tan bajos y despreciables que sólo pueden pisar la calle por la noche. Hay quien dice que pertenecen al pasado pero muchos afirman que, cada día al caer la luz, la India se llena de sus sombras.

Hace algunos años se puso en marcha un programa para la reintroducción de jaguares en libertad. Tras criar a varios ejemplares en cautividad se procedió a su suelta al llegar a la edad adulta. Se les puso un chip con localizador a cada uno de ellos y se les llevó hasta lo más profundo de la selva. Allí se les soltó. 17 días más tarde se dejó de obtener señal de cada uno de ellos. Todos habían muerto de hambre, incapaces de cazar. La experiencia fue un absoluto fracaso.
Se calcula, actualmente, que un  perro puede sobrevivir un máximo de diez días sin comer ni beber antes de morir. Un gato, prácticamente, igual.
La pregunta es: ¿llegan a morir de hambre animales actualmente en España?
Reconozco que, si acabara de llegar a esto y me llamaran para avisarme de  que, en tal o cual vivienda, alguien ha dejado abandonado a un perro o a un gato, mi primera reacción sería pensar que, seguramente, están exagerando. Al fin y al cabo, siempre tiendes a pensar que no puede haber alguien tan miserable en el mundo como para dejar morir de hambre a su mejor amigo…

 Sábado. 17:00 de la tarde.
Los propietarios de un apartamento regresan al mismo tras varios meses de ausencia. Durante todo ese tiempo han dejado la vivienda a los hijos de unos amigos para que vivieran allí. Nada más llegar a la portería, sienten un olor raro, un hedor que cada vez se torna más intenso según se acercan a la vivienda. En cuanto comienzan abrir la puerta escuchan unos arañazos al otro lado. No siguen. Tienen miedo. Nos llaman.
Nos acercamos. Abrimos la puerta. Entramos.  Un precioso perro salta nervioso sobre nosotros. El animal no puede mover con más fuerza y rapidez su rabo mostrándonos su alegría. Está muy delgado. Se le notan las costillas, todos los huesos…
El perro nos lleva para adentro. Es como si él nos tuviera atados a nosotros y nos arrastrara hasta el interior del piso. Le seguimos. El olor cada vez es más insoportable. Avanzamos por el pasillo. Pasamos las habitaciones… y en el salón nos encontramos el cuerpo sin vida de otro perro. Jamás lo olvidaré. Muerto de hambre y de sed.
Días más tarde, la policía localizó a los chicos. Declararon que se habían olvidado de ellos.

 Domingo. 12:00 del medio día.
El propietario de una vivienda recientemente abandonada por sus inquilinos, entra en la misma para tomar posesión nuevamente de ésta. Al hacerlo, comprueba que un fuerte y desagradable olor inunda todo el piso. Escucha unos ruidos extraños que provienen del cuarto de baño. Se acerca a la puerta. No se atreve a abrir.  Parecen animales. Comienza a sentirse mal. Nos llama. Nos pide ayuda.
Minutos  más tarde llegamos al piso. Sentimos el olor. Nos acercamos a la puerta y, poco a poco, abrimos la misma.
Frente a nosotros aparece una imagen terrible. Una perra muerta tumbada sobre el suelo. Lleva varios días sin vida. Su cuerpo ha comenzado a descomponerse. Alrededor de ella, cuatro cachorros desnutridos sobreviven mamando los restos de leche de su madre. Apenas tienen un par de semanas…
Días más tarde la justicia localizó al propietario de la perra. Reconoció que había abandonado a ésta cuando estaba a punto de dar a luz. La encerró en el aseo sabiendo que jamás saldría con vida de allí.

 Domingo. 15:00 de la tarde.
El propietario de un piso alquilado, dado que se han marchado los antiguos inquilinos, vuelve a alquilar el mismo. Los nuevos habitantes toman posesión de la vivienda. Hacen la mudanza. Colocan sus cosas. Meten su ropa en el armario…  Pero, al hacerlo,  descubren que en el interior de uno de los roperos hay una urna de cristal. No saben de qué se trata. Sólo se ve la parte de arriba. Golpean con la mano el cristal y, entonces, una inmensa pitón de más de cuatro metros de largo se presenta ante ellos dentro del terrario. Dan un salto para detrás. No es posible. Llaman a la policía.
Los propietarios del animal nunca pudieron ser localizados.

Son sólo tres historias que representan a los miles de casos que suceden cada año en España… 
Y es que, por muy increíble que nos parezca, en nuestro país sigue existiendo un número infinito de perros y gatos absolutamente invisibles, animales abandonados y encerrados que,  cada día mueren como sombras olvidadas, sin que nadie jamás sepa que una vez existieron.

Descansen en paz todos ellos.

Raúl Mérida



Nota: Las tres historias recogidas en este artículo son, absolutamente, reales. Los cuatro cachorros salieron adoptados durante los días siguientes a su rescate. El perro que se deshacía en alegrías con nosotros cuando entramos en el piso, vive hoy feliz junto a una nueva familia en Asturias. La serpiente, una pitón albina, vive actualmente en el Santuario de Animales salvajes Arca de Noé. Más información en www.fundacionraulmerida.es o www.animalesarcadenoe.com


8/3/15

Un triste tigre

Hay hombres que, de hombres, sólo tiene sólo el nombre.

Cuentan  los relatos de la época que los antiguos romanos las pasaban, literalmente, putas, para conseguir que los leones y los tigres que usaban en los circos romanos, atacaran finalmente a los cristianos. 
Es curioso pero, poco se imaginaban ellos que, seguramente, esa persecución incansable contra aquellos primeros seguidores de Cristo y, ese odio visceral que les tenían, acabaría produciendo el efecto contrario. 
Desde entonces hasta ahora, nadie ha creado más fé y devotos en el mundo.
El caso es que, aquellos pobres cristianos eran apresados y días más tarde, sacados a la arena y expuestos en la misma ante todo el pueblo romano. El emperador, entonces, se levantaba orgulloso del sitio y hacía una señal hacia el lugar desde el que se escuchaban rugir a las fieras. 

Hay que pensar que si actualmente en el Arca tenemos leones y tigres y, cuando rugen, es decir, todas las mañanas, se escucha el sonido de sus gargantas en varios kilómetros a la redonda… Imaginémonos, entonces, cómo debían escuchar aquellos desdichados a esos animales de los que les separaban tan sólo unos pocos metros. 
Es fácil suponer que, a la par que sus oídos quedarían sordos al escucharles, sus corazones resultarían paralizados por el miedo. Quizás por eso y, guiados por su fé infinita, era habitual ver como éstos se ponían de rodillas en medio del circo y comenzaban a rezar con fervor.
Entonces se abrían los portones donde se encontraban los animales y éstos salían asustados por el bullicio de la gente que asistía expectante, ávida de sangre y muerte. 
Sin embargo, las "fieras" muy lejos de atacar, aterrorizadas, se dedicaban a intentar huir.
Cada vez que esto ocurría, algo bastante habitual, el emperador viendo que el asunto tenía poca solución, exigía la salida del domador para que, junto a los cristianos y, también a los animales, fuera convenientemente ejecutado por los soldados a sus órdenes.
Cuentan que por los circos romanos pasaron decenas  de domadores, cientos de leones y tigres, y miles de cristianos. 
Todos murieron.

Supongo que, como siempre, el hombre ya demostraba en aquella época  que, cuando se lo propone,  nadie es más animal que él, con perdón de los animales, claro está… 
A veces pienso que aquellos domadores serían hoy en día simples aprendices al lado de lo que han mejorado la técnica algunos de los actuales o, mejor dicho, "desmejorado" la misma.
Digo esto porque, cuando me enteré hace tiempo de cómo entrenaban algunos domadores a los tigres en los circos para realizar el baile del fuego, se me pusieron los pelos de punta.
El número que les cito, tan famoso como antiguo, consiste en que, el tigre cuando está en la pista debe  simular que va caminando subido sobre un elefante y atravesar, a su vez, un aro de fuego…  De ahí su nombre.
Al parecer, para prepararlos, los cogen y los colocan sobre una plancha de calor a la que van subiendo, poco a poco, la temperatura. Mientras esto ocurre, se escucha un tambor. Finalmente, tras repetidos y repetidos ensayos, acaba asociando el sonido con el dolor. El animal, a partir de ese momento, cada vez que oiga el tambor, inmediatamente, comenzará a levantar sus patas como si estuviera andando, convencido de que, si no lo hace, se quemará como tantas otras veces.
Ésta es una de las formas de lograrlo… Las demás están basadas en el uso de la fuerza, la violencia y la paliza continua cuando son cachorros. En fin, uno ya no sabe lo que es peor.

Por eso, cuando Llama, un precioso tigre de bengala, llegó hasta nosotros con las palmas de sus patas quemadas por esa maldita plancha, sólo pudimos llorar, gritar, emocionarnos, enfadarnos y mil cosas más, pensando en todo lo que había sufrido ese animal. Nos contaron que alguien subió demasiado la temperatura de la misma y, lo que debía ser una “simple” quemadura, se convirtió en una de primer grado.
Imagínense, durante mucho tiempo el pobre animal no podía andar. Se desplazaba por su jaula, como buenamente podía, sin apoyar las palmas de sus patas, cojeando sin poder remediarlo… 
Por eso, porque ya no servía para ser tigre de feria o espectáculo, fue abandonado.
Nosotros lo acogimos en el Arca y, poco a poco, los cuidados veterinarios y la madre naturaleza fueron haciendo que la yaga se convirtiera en callo, y, el callo, finalmente, en piel.
Hoy vuelve a ser un tigre por derecho propio, seguramente igual que  aquellos animales que, quizás por pánico, miedo o,  simplemente, porque todos los rezos obraban el milagro, se negaban a atacar a los cristianos en los circos romanos por mucho que el emperador quisiera…  
Al fin y al cabo, desde entonces hasta ahora, algunos hombres siguen demostrando, día a día, en su trato hacia los animales y también hacia las personas que, de hombres, sólo tienen el nombre.

Raúl Mérida


Nota: Llama vive actualmente junto a otros tigres, leones y muchos otros animales en muestro Arca de Noé. Desde la Fundación Raúl Mérida rescatamos a aquellos animales salvajes que necesitan ayuda y los acogemos en nuestro Santuario para Animales Salvajes.  

1/3/15

El niño lobo

Son dos lobos ibéricos y les aseguro que, aunque se parezcan, nadie jamás podría confundirlos con un par de perros porque, entre otras cosas, por encima de todo, portan sobre sus cuerpos y sus miradas la más pura estirpe de la vida salvaje.

Y no, no están en nuestro santuario por gusto. Lo están por pura necesidad.
A Lupus, el macho, lo recogimos cuando el zoo en el que vivía pidió autorización para su sacrificio. Afortunadamente, alguien nos llamó. 
A veces pienso que cuántos morirán sin que nos enteremos, sin que ni siquiera podamos intentar salvarlos. 
Por otro lado, si no existen centros como el nuestro en toda Europa, si no hay ayuda económica alguna para la labor que desarrollamos, ¿qué futuro puede aguardarles a todos ellos?
Iris, la hembra, fue rechazada por su grupo. Eso en el mundo de los animales es una desgracia infinita. Significa  peleas, ataques y, a veces, hasta la propia muerte.

Ahora viven los dos juntos en el Arca. Se han hecho amigos. Se entienden.  Se respetan y protegen.  
Cada uno recorre milimétricamente la senda que sus propios pasos ha acabado dibujando sobre el terreno, caminan continua e incansablemente, no paran nunca… Sólo se tumbann para  dormir y refugiarse juntos del relente y la soledad de la noche.
Son recelosos, valientes y miedosos a la vez, escurridizos, esquivos y tan misteriosos que nunca sabes que pensar… 

Quizás, por eso, hay veces que, sin poder evitarlo, al verlos, recuerdo  aquella historia que sucedió en España hace algunos años, aquella que tuvo por protagonistas a unos lobos y a un pequeño niño abandonado.

Añora. Córdoba. 1946. 
Aquel año España seguía sumergida en la marginación más oscura y la peor hambruna de la posguerra. Cuentan que  desaparecieron hasta las ratas porque, por un lado, nada tenían éstas que comer y, por otro, eran muchas las personas que se alimentaban de ellas. 
La familia de Marcos Rodríguez era una de esas.  Sin nada, sin absolutamente nada, con la piel pegada al estómago a fuerza de no comer, llegaron al extremo de   decidir vender a su hijo. 
El comprador fue un rudo y duro pastor de cabras de la zona, conocido en la comarca tanto por sus nulos escrúpulos como por sus salvajes costumbres.
Marcos, con tan solo 7 años de edad, comenzó a cuidar de su ganado en  plena Sierra Morena. 

Los primeros días la convivencia resultó brutal para él. Golpes por la mañana, restos de animales crudos para comer al medio día y palizas para dormir… 
Y, siendo malo todo aquello, aún se convirtió en peor cuando una mañana, de pronto y, sin más, descubrió que aquel infame pastor y su rebaño habían desaparecido y lo habían dejado totalmente abandonado.
Quedó solo y totalmente desvalido en lo más profundo de la  sierra.
Las primeras horas fueron tan, tan duras, que todo hacía presagiar que más bien serían las últimas en la vida de Marcos. 

Pero, quiso la extraña fortuna que una manada de lobos de la zona, al encontrárselo, en vez de atacarlo, matarlo y comérselo, como hubiera dictado cualquiera de las leyendas negras que acompañan a estos animales, decidieran justo lo contrario.
Al verlo tan indefenso e inofensivo, se dedicaron a protegerlo, cuidarlo y salvarlo, aceptándolo como uno más de la manada. 
Los lobos comenzaron a  compartir con él comida, cobijo y, lo que era aún más importante, su calor… Y así, aquel niño, durmiendo entre ellos dentro de una cueva, pudo sobrevivir a  los bajo ceros de las madrugadas.

Marcos se integró totalmente en su mundo y se olvidó del nuestro. Aprendió a andar como ellos, a caminar apoyando sus manos sobre el suelo, a hablar en su lenguaje de aullidos y hasta a olfatear lo que ocurría más allá de donde la vista le podía alcanzar.
Y, no crean, pasó mucho, mucho tiempo así hasta que, a los doce años de edad, fue  descubierto por la Guardia Civil. 
Lo encontraron corriendo entre la manada cuando todos juntos huían de una cacería organizada para matarles. 
Los agentes no podían creer  lo que veían, aquel que corría entre todos los lobos, era sólo un niño… 

Hoy Marcos tiene 70 años y vive en Galicia. Su historia es una leyenda pero una leyenda real.  
Le gusta repetir una y otra vez, a todo aquel que quiera escucharle, que la vida que lleva ahora es más mala que aquella que llevó entre los lobos <<pero mucho más>>, añade siempre. 
Y dice que, si hay algo que nunca llegará a entender, es que haya personas capaces de hacer daño a un animal. 

Así que, ya ven, cuando ahora, todos los días, veo correr a los lobos que tenemos recogidos en el Arca o escucho sus aullidos al anochecer, pienso siempre si no serán nietos  o biznietos de aquellos otros que protegieron a aquel niño, los que lo cuidaron, los que lo salvaron… e inevitablemente me pregunto igual que Marcos, ¿cómo es posible que alguien pueda hacerles daño?


Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda. Más información en: www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com