19/1/16

Animales doctorados al servicio de la patria, el estado y el humano

Hoy en día todos conocemos la inagotable lista de servicios que prestan los animales y más concretamente, los perros y los gatos al ser humano. Y así, mientras aún intentamos averiguar si realmente los hombres son los mejores amigos del perro, nadie duda de que ellos sí son los nuestros. Y es que la adoración que nos profesan no se queda sólo en algo  tan esencial como conseguir que nos sintamos queridos, va mucho más allá, hoy su lista de servicios hacia nosotros es, simplemente, inagotable.

Por ejemplo, los cuerpos de seguridad del estado saben bien desde hace tiempo que desde que los perros se encuentran entre sus compañeros de servicio, todo es mucho más sencillo. La localización de explosivos, las detenciones por alijos de droga o su ayuda en el rescate de personas se han multiplicado por mil gracias a su inestimable ayuda.
Pero no crean, su labor no queda ahí. La positividad de los perros en la vida de los humanos está, día a día, trayendo novedades increíbles. La última ha venido de la mano de una enfermedad tan común como la diabetes.
Uno de los problemas más graves con el que se encuentran aquellos que padecen la misma, es la necesidad de poder prever cualquier alteración en el nivel de azúcar en su cuerpo. Hacerlo  con suficiente antelación como para poder poner remedio antes de que comiencen los primeros síntomas es, absolutamente, esencial.
Pues bien, se ha podido comprobar como perros entrenados para ello son capaces de avisar en cuanto se producen los primeros cambios de valores en los niveles de azúcar dentro del cuerpo de sus amos, mucho antes de que aparezca signo externo alguno. 
¿Y cómo lo hacen? Los perros poseen una zona en el cerebro dedicada únicamente a identificar olores. Para ello, estos animales tienen dos bulbos olfatorios junto al cerebro capaces de detectar cualquier olor que se les presente pero, para darnos cuenta de la diferencia abismal que existe en este sentido con los humanos que, por cierto, también poseen dichos bulbos, hay que decir que en el caso de los perros éstos pesan cuatro veces más que los nuestros.

Por eso, estos animales huelen miles de veces más que cualquier humano pero no sólo destacan por su capacidad olfativa, hay mucho más, los perros poseen su cuerpo preparado para atrapar cualquier partícula de olor que pueda acercarse hasta el mismo. La clave de todo este proceso está en la humedad del hocico que siempre generan sus fosas nasales. Esta humedad constante las atrapa como si fuera un velcro para posteriormente, disolverlas y analizarlas meticulosamente. Podríamos decir que un perro tiene una especie de laboratorio olfativo en su cuerpo cuyo alcance es difícil de imaginar para nosotros.

Claro que, llegado a este punto, se nos puede plantear una nueva cuestión;¿cómo conseguimos convertir esa facultad innata en ellos en un beneficio para el ser humano? Hoy en día el adiestramiento de los animales se basa en conceptos tan básicos como la constancia, la paciencia, el juego y por supuesto, el premio para el animal cada vez que éste consigue un logro. Así es, en realidad, cómo aprenden a ayudarnos.
Claro que sin llegar a límites tan especializados como los anteriores, hoy en día es de sobra conocido que la simple presencia de un animal de compañía al lado del ser humano ya es en sí misma, absolutamente positiva.
Existen datos fehacientes que demuestran que compartir la existencia con ellos reduce el riesgo de padecer infarto, mejora la tensión arterial o simplemente alarga la vida. 
Ejemplos hay miles… En Estados Unidos las principales asociaciones de dentistas aconsejan a sus colegiados colocar un acuario en sus salas de espera como forma de tranquilizar a sus pacientes mientras son atendidos. 
También en los hospitales de Londres se apuesta por el poder relajante de los animales y así en aquellos centros dedicados a tratamientos crónicos y dolorosos, se permite a los pacientes que acudan junto a sus animales a las consultas médicas para diluir, en parte, el estrés y la ansiedad que suponen recibir la administración de los tratamientos.
En nuestro país también se han realizado estudios al respecto se ha demostrado que las personas que poseen animales son las que menos tiempo permanecen ingresadas en centros hospitalarios o por ejemplo, las que menos acuden al médico. 
Y no crean, las investigaciones realizadas no se suscriben sólo a temas sanitarios. También se han puesto en marcha experiencias piloto en sitios tan inhóspitos como la cárcel. Por ejemplo, en la de Barcelona, la presencia de perros conviviendo con los internos redujo sustancialmente el número de intentos de suicidio, el nivel de peleas y en general, los conflictos que a diario, se producían entre los internos del centro.

Podríamos continuar hasta el infinito porque, al fin y al cabo, los animales son una  fuente inagotable de salud para aquellos que conviven con ellos pero, llegados a este punto la cuestión es: ¿cómo le devolvemos todo lo que hacen por nosotros?
Se lo diré claro y rápido… Evidentemente, muchos cuidándolos, protegiéndolos y queriéndolos, quizás cada vez más.  Pero, desgraciadamente, también muchos otros y, principalmente en nuestro país,  en forma de abandono, maltrato y olvido. En fin ¡Una absoluta pena y, sobre todo, una tremenda injusticia!

Raúl Mérida


Nota:  El albergue de animales de la Protectora  acoge y protege a aquellos animales de compañía abandonados que buscan un nueva familia. Más información en: www.protectoraanimalesalicante.org