28/12/14

Querido diario (2014)

El año recorre tu vida depositando en cada mes una realidad, un hecho, una vivencia que lo marca para siempre y que conforma este diario dedicado a los animales.

No quiero ser enero. Se acabaron las ayudas. Dicen que no hay dinero. Supongo que, como siempre, no hay para lo que no quieren. Si es así,  mejor saberlo. Está claro,  ellos no quieren a los animales. Tampoco a las personas. Les da igual si un perro abandonado puede provocar un accidente o si un león o un tigre puedan causar algún daño. 
Un estado: Indignación

No quiero ser febrero. ¿Perros de caza o casa? De nuevo miles de perros usados para cazar han sido abandonados. Animales fieles, sumisos y obedientes reciben, en algunos casos, como premio a su entrega el abandono.
Un estado: Tristeza

No quiero ser marzo. Comienza la temporada taurina. Miles de toros morirán en las plazas de toda España para entretenimiento de algunas personas. No importa su dolor ni sufrimiento. Tampoco que un torero se juegue la vida para el divertimento del público. Sólo importa la taquilla. 
Un estado: Impotencia

No quiero ser abril. Contrabando de animales. Llegan por oleadas. Son monos, loros, tortugas, serpientes… Todos animales exóticos y todos víctimas del tráfico ilegal de especies. Los compran a precio de saldo en sus países de origen para venderlos a precios de rico en el nuestro. ¿Culpables? Los que los cazan, los que los traen y los que los compran. ¿Cómo parar uno de los tres negocios ilegales que más dinero mueven en el mundo? 
Un estado: Rabia

No quiero ser mayo. Captura de pájaros. El campo se llena de casetas ilegales para cazarlos. Animales libres y felices, dotados del don de poder volar,  pasan a vivir en pequeñas jaulas y a no volver a sentir sus alas cortando el viento ¿Cuándo entenderá el ser humano que hay cosas que sólo se poseen cuando no se tienen? 
Un estado: Enfado

No quiero ser junio. Abandono de verano. ¿Por qué siempre  es ahora cuando comienzan las calles a llenarse de animales abandonados? ¿Qué extraña maldición tiene este mes que  convierte a algunos perros, antaño queridos, en sacos de piel y hueso? Comprados, regalados o adoptados hace sólo unos meses, hoy caminan sin rumbo buscando algo que comer. 
Un estado: Desesperación

No quiero ser julio. Dos cachorros de león en Benidorm. La utilización de animales para hacerse fotos, pese a los daños irreparables que sufren por ello, es una cuestión que, a estas alturas, debería ya estar superada. Sin embargo, no lo está. Dos leones y un mono usados para ganar dinero con ellos fueron rescatados y reubicados en África. 
Un estado: Perplejidad

No quiero ser agosto. Un oso atado a una farola en Valencia. Que alguien use un oso para desfilar en una cabalgata supone un maltrato por parte del que lo hace y, una temeridad sin límite, por parte del que lo permite. Imagínense lo que pudo ser que el pobre animal estuviera atado a una farola, mientras el dueño se emborrachaba en un bar cercano… ¡Ver para creer! 
Un estado: Incredulidad

No quiero ser septiembre. Toro de la Vega. Las fiestas populares de este país llenan las calles de los  pueblos y ciudades de nuestro país de luz y de color. ¿Es necesario también llenarlas de sangre y sufrimiento? 
Un estado: Vergüenza

No quiero ser octubre. Aparecen decenas de caballos muertos de hambre. Caballos ayer usados para presumir y aparentar, algunos reconocidos participantes en series, películas y anuncios, puras sangres de estirpe y estampa, hoy mueren olvidados. 
Un estado: Decepcionado

No quiero ser noviembre. Los circos empiezan a instalarse cara a las navidades. Si fueran sin animales, ¡genial! Pero, no, la mayoría de ellos tienen que traer sus espectáculos con  tigres, leones, caballos, monos, cebras, cocodrilos, etc, etc… Animales que viven  encerrados en pequeños carromatos viajando de feria en feria. ¿Para cuándo la prohibición total? 
Un estado: Esperando una solución

No quiero ser diciembre. Muere el burrito de un belén viviente al subirse sobre el mismo una persona de 150 kilos… Y aún llamamos burro al pobre animal. El que se montó encima de él es el burro, con perdón de los burros, claro está… 
Un estado: Cabreado, muy cabreado.


¿Sabes, querido diario? No te lo tomes a mal pero, yo lo que de verdad quiero ser ya, es 2015. Sí, empezar de nuevo. No quiero ser futuro. Quiero ser presente, libre y limpio de pasado, y pensar que, durante el próximo año, todo lo bueno será posible. Sólo así,  conseguiré  que lo sea.


Raúl Mérida