Historias increíbles

Tigres y leones en pisos, pumas en chalets, linces, monos, serpientes...

Historias que ellos no pueden contar

Debemos hacer eco de sus historias; rescates, maltratos...

Historias que podrían haber sido la última

Cachorros, ancianos, con pedigree, inválidos... Da igual su raza y "valor".

Historias de rechazo

Muchos son abandonados cuando dejan de ser "útiles".

Historias de supervivencia

Historias que narran la lucha por sobrevivir al abandono.

25/10/15

Pablito, el carnero de la legión

Cada ley, cada gesto, cada palabra, suman en la protección de los animales.

La mascota de la legión se llama Pablito (cuentan que se lo han puesto en honor a Pablo Iglesias de Podemos). Es  una cría de carnero que, gorra entre cuernos, les acompaña en los desfiles haciendo las delicias de todos aquellos que encuentran satisfacción en la simple repetición de una tradición, por ridícula que actualmente, ésta ya resulte.

La presencia de animales en el ejército se remonta a los orígenes de la historia y como ha pasado en tantos otros campos, cuanto más años han pasado desde que se instauró la misma, más absurda resulta.
En el campo, por ejemplo, la evolución de la mecánica trajo como consecuencia, la desaparición progresiva del uso de burros y mulos para el arrastre de arados y pesadas cosechas. Hoy en día un tractor realiza la labor de un centenar de animales y lo que es más importante, ha dejado en el pasado la explotación de éstos.  Desgraciada o afortunadamente, nada ha hecho más por la protección de los animales que el ahorro económico. 
Volviendo al ejército, sin embargo, hay cosas que no entiendo. Por ejemplo los cuerpos de caballería. Éstos tienen hoy en día una sola función, el paseo y el desfile. Afortunadamente, nadie los usa ya en conflictos militares. Cualquier vehículo a motor resulta mil veces más eficaz. Doy por seguro que a estos animales se les trata con todo tipo de cuidados y además seguro que existe una generosa partida económica para ello pero ¿saben cuántos caballos fueron abandonados el año pasado porque sus dueños, arruinados, no podían cuidarlos? ¿Saben cuántos murieron mientras los juzgados encontraban algún sitio donde poder dejarlos? Sólo recibieron la ayuda de las ONGs, por cierto, sin recibir ayuda económica alguna por ello. ¿Por qué no se contó con las cuadras del ejército para ayudarles? ¿Dónde estuvieron cuando tanto se les necesitó? No lo sé. No les vi en ningún rescate en los que participé.

¿Ven? Me temo que, desgraciadamente, la vida nos muestra  formas de ganarse el respeto y el cariño de la gente, además de desfilar. Piénsenlo, por favor, porque el abandono de caballos no ha terminado y quizás en el próximo rescate podríamos contar con su ayuda. Sería bueno.
Pero volviendo a Pablito, el carnero de la Legión, la semana pasada, con motivo de la Hispanidad, la vimos desfilar. La presencia de mascotas en este cuerpo se remonta al origen de la misma. Probablemente, en sus primeros acuartelamientos en Ceuta y Melilla, el aburrimiento era de tal magnitud, que la simple presencia de un animal de compañía entretenía a los legionarios allí desplazados. 
Desde entonces hasta ahora, la legión ha tenido siempre animales en sus cuarteles a los que, por cierto, ha reconocido siempre trato y grado militar. Así, por el cuerpo han pasado loros, monos de Gibraltar y por supuesto, multitud de cabras y hasta osos. La legión acoge una curiosa historia, tan extraña como trágica, pero absolutamente real, que tiene como protagonista a estos últimos animales, me refiero a los  osos.

Cuentan que en los años sesenta existía en el cuartel de Ceuta como mascota un oso. El animal tenía la consideración militar de oficial y como tal era tratado. Ser oficial comprende privilegios pero también responsabilidades.
El caso es que el oso convivía con total normalidad con el resto de soldados. Dormía en un catre en sus propias dependencias, no porque fuera un animal, sino porque era un oficial y tenía derecho a ello.
También comía con el resto de soldados y hasta iba a la cantina del cuartel y, por cierto, dicen que mucho. Al parecer, al animal le habían acostumbrado a beber alcohol desde pequeño y no le hacía asco alguno a la cerveza ni tampoco a la ginebra.
El caso es que relata la historia del cuartel que un día el animal había bebido más de la cuenta. Se encontraba totalmente ebrio supongo que para risas y cachondeo generalizado de la tropa. Lo que no se imaginaban es que, las fuerzas del animal, por mucho alcohol que éste hubiera ingerido, permanecían intactas.
Así alguien, al parecer un oficial, le gastó una broma, lo empujó y el animal se revolvió dando un manotazo en la cara de aquel que le había molestado. Pero claro, un manotazo de un oso no es cosa menor. El oficial perdió toda su dentadura y el oso fue llevado inmediatamente al calabozo.
¿Por qué al calabozo? Porque era militar y además, oficial. Gracias a ello podemos hoy conocer su historia. Si no, está claro que lo habrían sacrificado sin más pero, no podían hacerlo. Debía convocarse un tribunal militar.

Por eso se le realizó un consejo de guerra, un juicio militar sumarísimo para juzgar al animal por haber agredido a otro oficial, pero como el oso no podía hablar ni tuvo defensa humana alguna, fue condenado al fusilamiento. Y así, en enero del 65, el oso fue fusilado con los honores de oficial. 

La historia, como ya les he comentado, es real por mucho que les sorprenda… Tanto como que un carnero llamado Pablito desfiló hace unos días delante del Rey de España y que éste permaneció firme y cuadrado al paso del animal.
En mi opinión, que hoy en día se pasee a los animales en desfiles de cualquier tipo carece de sentido alguno e invita más a la mofa y al espectáculo gratuito, que a otra cosa. Y puede que, desde luego, esto no sea lo más importante de todo lo que hay que hacer en este país por los animales pero, estoy seguro de que si lo erradicamos será un pasito más, un avance testimonial pero significativo para conseguir que en España, poco a poco, se  vaya respetando cada vez más la dignidad de  los animales  y protegiéndolos  como merecen… No sé, es una idea. ¿Ustedes que creen?


Raúl Mérida



Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda. Más información en: www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com


19/10/15

La humanidad de los animales

La única diferencia realmente importante entre los hombres y los animales es que, ellos siempre nos respetan pero, nosotros a ellos no.

Los orangutanes son, actualmente, la especie más amenazada de todo el planeta. Dentro de diez años habrán desaparecido. No existirá ninguno viviendo en libertad. El cambio climático, la deforestación y el tráfico ilegal de especies son, teóricamente, algunos de los motivos principales que causaran su extinción pero, siendo cierto todo lo anterior, sin embargo, hay mucho más.

El mayor enemigo del orangután es él mismo por su infinito respeto por el prójimo, su civismo y su humanidad. Esos valores inquebrantables en los orangutanes que viven en libertad serán los que, finalmente, acaben con todos ellos en un mundo en el que ya el egoísmo es el rey.
Los humanos invadimos su espacio, quemamos sus tierras, arrasamos sus casas talando los árboles en los que viven y los capturamos para matarlos como trofeos. Por increíble que parezca, en algunos lugares del mundo, aún hoy en día, se siguen pagando fortunas por sus  manos para, simplemente, usarlas después como cenicero… Y no sólo ocurre con ellos, las de los chimpancés y gorilas, corren la misma suerte.
Todos están en peligro de extinción pero, ya está escrito que, el primero que se marchará del planeta será el orangután. Mientras tanto seguirán sufriendo vejaciones de todo tipo, hasta hay denuncias interpuestas por ONG's que trabajan en Sumatra y Borneo, donde viven estos animales, y que relatan cómo son capturadas las hembras y tras ser atadas con cadenas, son violadas una y otra vez en prostíbulos de la zona. 

Como he comentado en otros artículos, todo vale para maltratar y humillar a un animal que se entrega a su suerte sin oponer gran resistencia. Pacífico en libertad por principios y naturaleza, pese a su inmensa fuerza, evita peleas y conflictos huyendo siempre de cualquier enfrentamiento. Por ejemplo, jamás invade el territorio de otro orangután. Si los árboles donde duerme arden o son destruidos, si su comida se acaba o se la llevan, prefiere morir de hambre antes que adentrarse en territorio ajeno y molestar a otro orangután. Sus principios se lo prohíben.
Por eso, el hombre propone castigando su entorno, destruyendo su hábitat, realizando cazas y capturas ilegales… Y él dispone, simplemente, dejándose morir de pena.
Y así se está acabando la leyenda de aquellos humanos peludos, de mirada profunda y grandes brazos que hartos de la poca ética de los otros humanos racionales y ante el temor de que éstos quisieran esclavizarlos, decidieron marcharse a vivir sobre los árboles y huir de ellos. Por eso, orangután significa en el la lengua de los indígenas "hombre de los bosques", porque en realidad, la humanidad de estos animales como la de muchos otros, supera ampliamente a la de algunos a los que malamente llamamos hombres.   

>> Sur de Australia. 12:00h. Parque para la conservación de animales. Recinto de orangutanes. 
Aquella mañan,a Karta, una oraguntán hembra, decidió poner en marcha el plan que tantas veces había pensado. 
Cogió cuidadosamente una rama que según los cuidadores, había separado del resto y guardado celosamente durante días. Miró a un lado, miró al otro... y de pronto, sin más, la lanzó con fuerza contra el pastor eléctrico que rodeaba su jaula. El personal del centro no podía creer lo que estaba viendo. 
Karta había conseguido su propósito. Con su acción había salvado el primer obstáculo que le separaba del exterior. La rama había causado un cortocircuito en el sistema y acababa de dejar inservible la valla electrificada que rodeaba su recinto. 
No fue una casualidad, Karta sabía perfectamente lo que hacía. Días antes, unos electricistas de mantenimiento habían realizado pruebas en el sistema. Ella había observado minuciosamente cada movimiento de los mismos pero, sobre todo, cómo usaban una y otra vez un medidor de corriente con el que interrumpían el circuito eléctrico dejando inservible el sistema.
El resto era fácil de imaginar. Debían haber sabido aquellos operarios que los orangutanes son capaces de fabricar herramientas y por encima de todo, de usarlas si hace falta. Así aquella orangután sólo tuvo que sustituir el aparato usado por los operarios por otro igual de efectivo que interrumpiera la corriente
¿Cómo llegó a saber que aquella rama cumpliría la función deseada? No lo sabemos. Lo que sí conocemos es la inteligencia y la fuerza que tienen. Quizás, por eso, cuando los cuidadores vieron inutilizado el sistema de seguridad pensaron que Karta, sin muchas dificultades, subiría la valla y que acto seguido, se escaparía sin remedio. Acertaron y se equivocaron a la vez.
Sí, Karta subió hasta arriba del todo y se encaramó a lo más alto pero, cuando lo hizo, no huyó. Repasó visualmente cada detalle del parque, escudriñó cada recinto y tras ello, decepcionada, volvió de nuevo a su jaula.
Todos se extrañaron. ¿Por qué no había huido? Entonces, uno de los trabajadores recordó algo terrible que había sucedido días antes y que, sin saberlo, había provocado todo aquel incidente.
Karta vivía junto a Pusung, otro orangután que había caído enfermo recientemente. El animal fue sacado del recinto y trasladado al hospital veterinario del parque donde finalmente, con 31 años, falleció por una infección respiratoria. 
Sin embargo, su compañera, lejos de olvidarle, lo echaba cada vez más y más de menos, así que aquella mañana, envuelta en una profunda tristeza y melancolía, Karta había decidido saber dónde había sido trasladado su amigo por si era algún recinto cercano y podía nuevamente reunirse con él. 
Pero su plan fracasó. No vio a su amigo e intuyó que jamás volvería a verlo por lo que decidió bajar lentamente y poner fin a su aventura.

No hace mucho, uno de los veterinarios del centro relató la experiencia que aquí recojo en unas jornadas celebradas sobre la inteligencia animal. Tras terminar su intervención,  otros cuidadores de centros de todo el mundo se animaron a compartir también sus vivencias e historias con los orangutanes y cuentan los que allí estaban que tras acabar la sesión, todos salieron emocionados y convencidos de que, sin duda, detrás de cada uno de esos animales, hay un universo de sentimientos, de pensamientos y sobre todo, de humanidad, una inmensa humanidad.


Raúl Mérida



Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com 



Ligre

No es un león, no es un tigre... es un ligre.

El hombre manipula a los animales sin saber que, al hacerlo, pierde su dignidad y se manipula a él mismo.

Un ligre es el cruce entre una tigresa y un león. Durante años se pensó que era simplemente un animal mitológico que sólo vivía en la imaginación de los hombres pero, una vez más, se demostró que las leyendas y la mitología, a menudo, son sólo la antesala de la historia.

Los primeros ligres que se conocen aparecieron en Rusia. Fue allí donde se pudo constatar la existencia real de los mismos. ¿Cómo llegaron hasta allí? ¿Cómo pudieron sobrevivir? No lo sabemos. 
Los ligres son casi con toda seguridad, un producto humano. Probablemente, en libertad, nunca un tigre tendría descendencia alguna con un león, entre otras cosas, por la diferencia de sus hábitos y costumbres. Por ejemplo, los leones son más diurnos y se mueven a campo abierto. Los tigres, por el contrario, buscan siempre la maleza y la oscuridad de la noche. 
Por eso no es descartable que los primeros animales de este tipo nacieran en circos y que luego, más tarde, fueran abandonados a su suerte. Ellos cumplieron con sus obligaciones naturales y se adaptaron al medio. Principalmente la India fue el territorio preferido por estos animales para su vida en libertad.

Pero, ¿por qué hablamos de un cruce entre una tigresa y un león? 
Todas las especies de animales, incluidos los humanos, transmitimos un inhibidor de crecimiento que hace que a determinada edad, dejemos de crecer. Sin embargo, en el caso de los tigres y los leones, dicha transmisión no la realizan tanto el macho como la hembra, en realidad, sólo el tigre macho y la leona hembra pueden genéticamente hacerlo.
¿Y qué ocurre cuando lo que se cruza es lo contrario, es decir, un león macho y una tigresa hembra? Pues que, en ese caso, nace un ligre, un animal que crecerá durante toda su vida sin límite alguno. Y no crean, por el contrario, también es posible el cruce entre una leona y un tigre macho. Entonces lo que nace es un Tigón, que a diferencia del anterior, suele de ser un tamaño mucho más pequeño de lo normal.
Los ligres no suelen poder tener descendencia pero, sin embargo, la norma también aquí, de nuevo, no siempre se cumple.

>> Arca de Noé. Verano del 2009. 
La primera vez que vi a Sansón pensé que me encontraba ante el león más grande del mundo y probablemente, lo era. 
Sin embargo, aunque Sansón es un león, también es un ligre. Ante su aspecto peculiar y su inmenso gigantismo, hace algunos años encargamos un estudio para comprobar realmente el origen de dicho animal. Sabíamos algunas cosas… Sus dientes, cortados y limados, hablaban claramente del uso al que habían sometido al animal para hacer fotos, ¿y por qué? Pues muy sencillo, los cachorros de leones y tigres siguen siendo un triste reclamo para turistas y no turistas que quieren hacerse fotos con cachorros de animales. Pero claro está, esos cachorros van creciendo y cuando llegan ya a los cuatro o cinco meses de edad, simplemente con sus colmillos, aunque sea jugando, pueden hacer desgarros que provoquen heridas contundentes. ¿Cómo lo solucionan los circos y los zoos que los usan para eso? Pues muy sencillo, "arreglándoles" los mismos, por llamar de alguna forma a lo que es un maltrato de libro. Cogen unas tenazas y se los cortan. Así de claro y así de bestia… Ya ven, sin anestesia ni analgésico alguno. Eso les permite poder seguir usando a los cachorro durante un mayor periodo de tiempo. ¡Todo por el negocio!
Así que, suponemos que Sansón, con sus dientes cortados, habrá aparecido en multitud de fotos… Pero claro,  eso no explicaba aún su colosal tamaño, casi el doble que el de un león cualquiera. 
Por eso nos pusimos a observarlo. Le grabamos en sus costumbres y le hicimos fotos de todo su cuerpo. El pelaje no nos daba muchas pistas al respecto pero, cuando ampliamos las fotos y, sobre todo, cuando después de una copiosa lluvia, decidimos enfocar el objetivo de la cámara y dirigirlo hacia su cuerpo, descubrimos entonces la primera pista. Casi inapreciables, aparecían sobre su lomo y en la zona de su cuello, unas rallas muy tenues, como las que lucen los tigres sobre su cuerpo. 
Lo siguiente fue recoger restos de pelo y proceder a estudiarlas genéticamente. Y fue entonces cuando llegaron hasta nosotros los primeros resultados que no eran sino unas pistas sobre las que, aún hoy, se sigue trabajando.
Sin embargo, todos los datos ya apuntan a que Sansón tuvo, entre sus antepasados, algún ligre. Eso, en la práctica significa, entre otras cosas, que Sansón, nuestro ligre, no es que sea grande ahora, es que crecerá, probablemente, durante toda su vida. ¿Dónde llegará? ¿Qué altura alcanzará? No lo sabemos.
Lo que sí conocemos es que hoy Sansón, como el resto de sus compañeros, ya tiene muchos años. Los leones del Arca son probablemente, los más viejos de Europa, lo que desgraciadamente quiere decir que poco a poco, es ley de vida, nos irán abandonando. 

Pero, precisamente por eso, además de rescatarlos, somos también un santuario de animales salvajes porque a aquellos para los que es posible una vida en libertad –cachorros en su mayoría que rescatamos de circos- los reubicados en África…  A aquellos otros que nos llegan siendo adultos pero que se encuentran en buen estado, los intentamos enviar a otros parques donde tengan más espacio y posean mejores medios para ellos… Pero a aquellos otros que por el contrario nadie quiere, esos ciegos, viejos o enfermos, esos envejecerán con nosotros hasta su muerte. Es lo menos que podemos hacer por ellos, darles una vejez digna a animales que en su mayoría, desgraciadamente, tuvieron una vida indigna.


Raúl Mérida



Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com 



18/10/15

Cerdos

Un animal no es una propiedad, es una responsabilidad.

Desde luego, cuando George Clooney apareció en un programa de televisión con un cerdo vietnamita como mascota y posteriormente lo hizo París Hilton, quedó demostrada una sola cosa, y es que no debían haberlo hecho nunca.

Poco se podían llegar a imaginar ambos que al aparecer, en sendas instantáneas con sus mascotas, iniciarían uno de los problemas medio ambientales más graves que sufre España y medio mundo occidental. Aquellas imágenes provocaron que una legión de fans y seguidores acudieran rápidamente al mercado digital para realizar su compra. Los puntos de venta en Internet se colapsaron recibiendo peticiones para la compra de cerdos vietnamitas.
La gente comenzó a volverse loca. No sabían qué comían, qué necesidades tenían, cómo cuidarlos… Pero, sobre todo, se olvidaron que al fin y al cabo, eran cerdos. Sí, puede que tuvieran su propio pedigrí y que el ser de origen asiático los dotara de un exotismo del que carecían los pobres cerdos de aquí pero, al fin y al cabo, cerdos también eran. Lo cual, no crean, no es nada despreciativo sino, simplemente, indicativo de cuáles serían sus necesidades para un bienestar animal.

El caso es que llegó la revolución para estos animales y así,  los cerdos vietnamitas, a finales de los noventa, batieron todos los récords de venta posibles.  La gente los compraba y los tenía como perros y gatos, olvidando, claro está, que aquellas bolas pequeñas, que aquellos animales que en el momento de la compra eran simplemente cachorros, crecerían sin remedio.
Pero mientras eso llegaba, en aquella época no era tan difícil verlos con sus uñas pintadas y sus crestas teñidas, caminando por la calle conducidos por sus dueños a través de un arnés que cruzaba su cuerpo.

Recuerdo perfectamente la primera vez que fui consciente de la que se nos venía encima. El caso me entró en forma de denuncia. Un matrimonio había comprado uno y lo tenía viviendo en un sexto piso de un edificio situado, por cierto, en una céntrica plaza de Alicante.  Los vecinos que vivían abajo denunciaron los hechos ante el ayuntamiento. Les molestaba sobremanera el ruido que hacían las pezuñas del animal cuando correteaba sobre el parquet de la lujosa vivienda. 
Fue el primer caso, sí,  pero desde luego, no el último.  A partir de ese momento  comenzaron a producirse llamadas, bastantes, por cierto, de personas que decían haberlos visto en libertad en diferentes puntos de toda la provincia.
Y siendo grave la situación aquí, sin embargo, no era la peor. En Cataluña, por ejemplo, el problema se había convertido ya en algo serio de gran alcance. Y ¿por qué? Pues nada más y nada menos que porque, meses antes y viendo el furor que causaba "el cerdo de George Clooney" –en el buen sentido de la palabra o expresión-   a la TV3 no se le había ocurrido otra cosa que programar en "prime time", una serie con el nombre de "Porca miseria". ¿Y saben ustedes quién era el protagonista de la misma? Pues, en efecto, un cerdo vietnamita. La audiencia fue tan buena que el programa "Veterinaris" emitido por la misma cadena, de enorme repercusión también en aquella época, comenzó también a aprovechar el tirón televisivo y de cada tres pacientes en consulta, uno era un cerdo vietnamita.
¿Se imaginan cómo acabó aquello? Sólo les daré un dato; Cataluña hoy en día es la comunidad donde más cerdos vietnamitas viven abandonados en libertad. Muchos fueron los que los compraron y muchísimos los que los abandonaron por no poder seguir teniéndolos.

El caso es que los cerdos vietnamitas, lejos de no adaptarse a su vida en libertad; lo que entre otras cosas, demuestra que nunca fue un animal de compañía,  lo ha hecho y de qué forma… Son fuertes y rápidos, ágiles y veloces… Y quizás porque pasan hambre y sed, son capaces de  oler el agua y la comida a decenas de  metros de distancia. Se vuelven nocturnos si hace falta y saben, como ningún otro animal, moverse entre las sombras de la noche…  No atacan si no se sienten atacados, prefieren siempre la huida antes que el enfrentamiento y eso que los que encontramos ya en libertad, en muchos casos, no son ni siquiera aquellos que en su día abandonaron, sino que ya son hijos o nietos, muchas veces, incluso, cruzados con jabalís, que viven alrededor de la ciudad.
Producto directo de las modas, son víctimas de los seres humanos que buscan muchas veces en ellos algo de lo que presumir o aparentar. Sin embargo, lo peor de todo, lo verdaderamente grave es que aun sabiendo la situación, las autoridades siguen permitiendo su venta como si el problema no fuera con ellos. 

Recuerdo siempre el caso de los mapaches o los coatís. Cuando supe que muchas tiendas estaban comercializando con ellos me llevé las manos a la cabeza. ¿Cómo era posible? Pero lo fue y de qué manera. Se vendieron cientos de ellos durante años sin que ni siquiera los que los vendían y menos aún lo que los compraban, supieran las costumbres o necesidades de aquellos desdichados animales. Y así, aquellas bolitas de pelo fueron creciendo como pudieron  sin que tampoco nadie se hubiera preocupado de saber que no llegan a la edad adulta hasta, al menos, los tres años de edad ¿y qué pasó entonces? Pues comenzaron a defender su territorio, se produjeron mordeduras y muchos de ellos acabaron abandonados. 
Hoy, mapaches, coatís y ahora también cerdos vietnamitas, viven en libertad en nuestro entorno más cercano en una guerra continua con otras especies -enemigos naturales- por sobrevivir.
Por eso, ya se sabe que a la vuelta de unos años, muchas especies nos abandonarán y el equilibrio del ecosistema saltará por los aires. Pero bueno, qué más da, pensarán algunos, eso será aún dentro de mucho, mientras tanto, a seguir igual. 
En fin, que como el nombre de aquella serie catalana, todo esto es, nunca mejor dicho, una porca, pero muy porca miseria. ¡Pobres animales!

Raúl Mérida



Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com