Historias increíbles

Tigres y leones en pisos, pumas en chalets, linces, monos, serpientes...

Historias que ellos no pueden contar

Debemos hacer eco de sus historias; rescates, maltratos...

Historias que podrían haber sido la última

Cachorros, ancianos, con pedigree, inválidos... Da igual su raza y "valor".

Historias de rechazo

Muchos son abandonados cuando dejan de ser "útiles".

Historias de supervivencia

Historias que narran la lucha por sobrevivir al abandono.

21/2/16

El puercoespín electricista

Los animales, sin saber leer ni escribir,  son auténticos científicos

Algunos de los científicos más  importantes de la historia descubrieron cosas que a priori, nadie podía ver. Muchos de ellos, por ese motivo, fueron insultados, menospreciados y hasta quemados en la hoguera. Sin embargo, lo que entonces nadie sabía es que la mayoría de los descubrimientos realizados, eran ya usados de forma natural por los animales desde el origen del mundo. 

Verán, el último realizado, por cierto, ya candidato favorito al Premio Nobel, son las famosas ondas gravitacionales de las que ya habló Einstein en su día pero de las que hasta la fecha nunca pudo probarse su existencia. Al parecer, todo el cosmos se encuentra entrelazado por una especie de red en movimiento que permite que los elementos que lo forman estén permanentemente en conexión.
Quizás, ¿quién sabe?, estas ondas de las que tanto se está hablando estos días sea la que permite a los animales, además de muchas otras cuestiones, percibir tsunamis, terremotos y otras catástrofes naturales, mucho antes de que éstas se produzcan.

¿Y por qué digo esto? Porque lo que sí sabíamos ya es que existen ondas magnéticas que rodean el planeta Tierra y que son usadas por los animales como auténticos mapas de orientación en medio de la nada. Por ejemplo,  se ha podido comprobar el uso de las mismas por parte de animales marinos como los tiburones. Éstos poseen una especie de brújulas naturales en el interior de su organismo con sensores magnéticos que se activan al recibir directamente la luz del sol. 
¿Y qué consiguen con eso? Pues nada más y nada menos que orientarse continuamente y estar conectados por una especie de GPS natural.
Pero no sólo los tiburones poseen facultades de este tipo, también los delfines y ballenas tienen sistemas para percibir con nitidez lo que, realmente, aún no se puede ver. Por ejemplo, son capaces de detectar cuando se acerca una tormenta o un temporal a través de los cambios en la presión atmosférica. 
Claro que lo anterior sucede en las profundidades marinas pero, ¿qué ocurre con animales terrestres? Pues más de lo mismo. Loros, guacamayos e, incluso, los elefantes en el caso del tristemente famosos tsunami de Sri Lanka, fueron perfectos intérpretes de la climatología y supieron predecir la catástrofe que se avecinaba mucho antes de que ésta pasara. En estos últimos casos los animales contaban con otro gran aliado. Me refiero a la capacidad que poseen para percibir infrasonidos que por cierto, para nosotros pasan desapercibidos. Esos infrasonidos recorren kilómetros de distancia por la noche en sus frecuencias más bajas y, en realidad, llegan a los oídos de los animales cargados de información que, a nosotros, en el mejor de los casos, nos llegará muchas horas más tarde.  

Y es que a menudo pienso que las capacidades de los animales no conocen límites. 
Por ejemplo, en el Arca tenemos acogidos a tres preciosos puercoespines africanos que han sido rescatados del tráfico ilegal de especies. 
Sin duda, son animales majestuosos e impresionantes en cuanto a su morfología. Reúnen en sí mismos, fuerza y belleza pero además, algunas facultades increíbles que les permiten interactuar con todo lo que les rodea.
Los puercoespines son animales de costumbres nocturnas que poseen extremidades desarrolladas, lo que les facilita entre otras cosas, poder excavar auténticos túneles subterráneos.  Sin embargo, su facultad más desarrollada no es la fuerza sino  el olfato y no sólo por su capacidad para oler. 
Resulta que se ha podido comprobar cómo los puercoespines poseen en la nariz unas glándulas mucosas sensoriales que les permite, nada más y nada menos, que detectar la electricidad, ¿y para qué les sirve eso? Pues, por ejemplo, para sobrevivir. 
Gracias a esta facultad llamada electrorrecepción, pueden  detectar la presencia de otros animales en movimiento cuando éstos pasan por sitios húmedos en la oscuridad de la noche que, al fin y al cabo, es cuando el ambiente está más húmedo. Por otro lado, esta capacidad para detectar la electricidad les facilita también localizar alimento en pequeños agujeros e incluso saber qué tiempo atmosférico va a hacer en los próximos días. 
En fin.

Como ven, estos son sólo algunos ejemplos -hay mil más- pero en realidad son suficientes para darse cuenta que los animales n

Nunca han tenido problemas para guiarse por cuestiones que aunque no vean, saben que existen. Por eso, estoy seguro que algún día se podrá demostrar interrelaciones entre los animales y esas famosas ondas gravitacionales cuya existencia ha sido ahora demostrada. Entre otras cosas porque, al fin y al cabo, para ellos no es una cuestión de ciencia, sino de pura y llana supervivencia.

Raúl Mérida


Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com 




14/2/16

Un zorro llamado Matías

Romper el alma a un animal es condenarlo a la soledad más absoluta.


Existe una expresión muy usada en el mundo de los animales –hace poco, el mismo Frank de la Jungla la utilizó para referirse al trato que reciben los que son usados en espectáculos de circo, feria o incluso, en los propios platós de televisión- y que hace referencia a las mil y una formas que el ser humano ha inventado para  conseguir <<romperle el alma a un animal>>
¿Y qué significa eso? Verán, es tan triste como sencillo, quebrar el alma a un ser vivo es romperle por dentro, desprenderle de su identidad, separarle de su ser y así, convertirlo, poco a poco, unas veces en un peluche o un muñeco y otras muchas, simplemente en basura, en una especie de objeto de desecho que -pese a que siente, respira y sufre- a nadie le importa ni interesa. 

Como decía antes, hay muchos ejemplos y de todo tipo pero, si me lo permiten, les presentaré a algunos de sus protagonistas porque al fin y al cabo, nada mejor que conocerles para comprenderles.
Empezaré por India. India es el nombre de una perra cualquiera. En realidad, si me apuran, es el nombre de cientos de perras y gatas a las que bauticé así en el mismo momento en el que las conocí. Unas veces eran blancas, otros negras, otras a manchas, grandes, pequeñas, cachorros y la mayoría adultas sin más raza ni estirpe que el hambre que sufrieron antes de ser recogidas. 
Todas fueron abandonadas  por sus dueños, encontradas vagando en la calle y por supuesto, sin dato alguno que pudiera darnos la más mínima pista de su pasado. Y así, los albergues y refugios de toda España están llenos de Indias, Lunas, Perlas, Tobis y Canelos  que por no tener, no tienen ni siquiera a una familia que les quiera.  
Con un poco de suerte o mejor dicho, con mucha suerte, es posible que algunos de ellos sean de nuevo adoptados por una familia e incluso que éstas consigan con mucho cariño volver a unir los trocitos desechos de su alma, pero inevitablemente, las secuelas de lo vivido por el animal perduraran durante muchos meses en su cuerpo. Son ejemplos vivientes de animales a los que desgraciadamente,  un mal día les rompieron el alma.

¿Me dejan ahora que les presente a Lupus, Doroteo o al gran Matías, por ejemplo?
El primero es un lobo ibérico que tenemos recogido en el Arca. Vivía en un parque que cerró sus puertas al comienzo de la crisis económica. El caso es que ocurrió lo de siempre. Los animales de mayor valor y belleza fueron reubicados en centros de toda España pero al final, quedó Lupus. Y no es que él no fuera un ejemplar espectacular de lobo, lo que ocurre es que lo criaron a biberón y no conocía forma alguna de cazar para comer, salvo acercarse al cuenco donde ponían su comida. Así que el centro en el que vivía pidió autorización para sacrificarlo pero afortunadamente, nos enteramos a tiempo y pudimos salvarlo trayéndole al Arca.
Con él hemos vivido muchas aventuras de las que probablemente, la más sorprendente de todas ellas fue la que sucedió cuando lo traíamos para Alicante. Lupus destrozó primero el trasportín en el que viajaba, después rompió el cristal de la furgoneta y finalmente, saltó de la misma. Sí, se escapó y durante 48 horas fue libre. ¿Libre para huir a la montaña? ¿Para buscar parajes naturales? ¿Para localizar a animales de su propia especie? Sí, pero no... Él ya no podía hacer eso. Su alma estaba rota. Tenía cuerpo de lobo pero mente de perro y por eso, su libertad sólo le permitía buscar presencia humana cercana que le diera consuelo y comida fácil. Lupus se encaminó hasta  un merendero y permaneció comiendo sobras en el hasta que pudimos  rescatarlo. 

Doroteo, por el contrario, es un emú –parecido a una avestruz pero más sociable y de menor tamaño- que picotea todo lo que puede y le gusta acompañar a todo aquel que entra en el recinto en el que ahora vive. A Doroteo lo compraron en una tienda y lo llevaron a un chalet a modo de gallina pero, claro, no lo era. Y un día, una intervención policial nos lo trajo hasta el Arca. Sin embargo,  para entonces ya Doroteo no era un emú, más bien era una especie de mezcla entre gallina, gallo y animal de compañía. En definitiva, a él también le habían roto el alma. Nunca podrá ya vivir con otros de su misma especie porque, pese a haberlo intentado, no los reconoce como iguales y se pelea continuamente con ellos. A Doroteo le robaron su naturaleza y lo convirtieron para siempre en un ser solitario. En fin...

Por último, no me resisto a presentarles a una de nuestras últimas incorporaciones, me refiero al <<gran Matías>>
Matías es un precioso zorro aunque, en realidad, la vida que ha llevado lo ha convertido más en un perro que en cualquier otro animal. Pese a su hocico afilado y a sus saltones ojos, el zorro Matías, responde con movimientos de rabo, de lado a lado cuando le llamas por su nombre. Se deshace en lloriqueos cuando lo acaricias y sólo quiere que estés a su lado para sentirse lo que en realidad él cree que es, un animal de compañía al que criaron a biberón y hasta esterilizaron.  
Desgraciadamente, Matías ya nunca podrá vivir libre, también él tiene el alma rota.


Ya ven, esas son solo algunas historias de animales pero conozco mil más, todas ellas con nombre y apellidos… Leones, tigres, pumas, monos, serpientes y hasta mofetas que viven hoy en pequeñas jaulas de toda España, en casas particulares por el capricho de alguien que un  mal día decidió, literalmente, romperles el alma para siempre.


Raúl Mérida



Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda. Más información en: www.fundacionraulmerida.es o www.animalesarcadenoe.com
En el albergue de animales de la Protectora de Alicante acogemos y protegemos a aquellos animales de compañía abandonados que buscan un nueva familia. Más información en: www.protectoraanimalesalicante.org


7/2/16

Los animales sagrados de El Arca

Dejar en libertad a un animal enjaulado, es conseguir devolverle la vida.

De todos los récords mundiales que nuestro Arca de Noé a estas alturas puede exhibir, existen principalmente dos que realmente, nos llenan de orgullo. 
Por un lado, ser el centro de España que más leoncitos usados para hacer fotos con ellos ha podido rescatar y enviar a reservas de África para que puedan volver a vivir en libertad. Por otro, proteger en nuestro centro a los leones más viejos de Europa o puede que, incluso, del mundo. 

Y si les soy sincero, no sabría cuál de los dos es más importante. 
Es cierto que cada vez que conseguimos rescatar a una cría de león, sacarla adelante y encontrar un santuario en África donde primero le enseñen a vivir en libertad y luego la suelten en alguna reserva protegida de la zona, nos sentimos completamente llenos de satisfacción porque sabemos que en realidad, esa es nuestra principal misión. Pensar sólo que entre todos hemos conseguido que un animal pase de vivir encerrado en un carromato viajando de ciudad en ciudad a una selva infinita donde sentirse en libertad, es algo tan importante que da un sentido  completo a nuestra labor.
Y digo esto porque verdaderamente todo son dificultades para lograrlo. Desde los permisos para ello, hasta el coste tan elevado que supone cada uno de esos traslados. 

Para empezar, son animales que una vez que han sido decomisados a sus propietarios -principalmente circos- pasan a ser propiedad del estado español y es éste el que ha de autorizar el traslado del mismo. 
Por otro lado, los costes de todo el proceso se disparan desde el primer momento. Primero hay que rescatarlo y trasladarlo a unas instalaciones seguras y cómodas para el animal. 
Después hay que recuperarlo físicamente… Debemos tratarle la vista dado que suelen llegar medio ciegos por el impacto diario de cientos de flashes. Hay que trabajar su musculatura porque habitualmente, al vivir encerrados en pequeñas jaulas poco más grandes que su tamaño, está prácticamente atrofiada. Además, normalmente, presentan graves carencias alimenticias motivadas porque prolongan su alimentación con leche de biberón con la intención de conseguir que su crecimiento sea más lento y así, usarlo durante más meses para las sesiones de fotos. 

Y por último, hay que conseguir algo que, quizás, siendo complicado todo lo anterior esto lo es aún más,  me refiero a lograr equilibrar su carácter. 
Llegan, o muy aturdidos o muy agresivos, a menudo, porque les suministran drogas y tranquilizantes para poder hacer fotos con ellos sin ningún problema ni riesgo. En fin.
El caso es que, como les contaba antes, cuando ya hemos conseguido recuperarlos, aún nos queda hacer frente al gasto más importante de todo el proceso; su traslado.  Enviar a cada león a África cuesta una media de ocho mil euros por ejemplar. Sólo el trasportín de seguridad en el que deben de viajar en el interior del avión vale varios miles de euros y a eso hay que sumar el billete del avión y todos los gastos del viaje.  

Y así llegamos a la famosa pregunta del millón… ¿Cómo se consigue el dinero dado que ni existe ni recibimos ayuda alguna para ello? Pues como siempre, poco a poco, euro a euro y  en realidad, mediante donativos particulares que llegan desde todas las partes del mundo cuando conocen la historia de cada uno de esos animales.
Así que, como pueden imaginarse, no es fácil conseguirlo, nada fácil. Por eso lo habitual hasta ahora es que esos animales acabaran en parques zoológicos viviendo el resto de sus vidas. Sin embargo, en nuestro caso, gracias a la colaboración de particulares pero también de importantes ONG's y fundaciones de todo el mundo, hemos conseguido mandar a África para que vivan en libertad a todos los cachorros de leones que hasta ahora hemos rescatado y la verdad es que cada vez estoy más convencido de que, lograr enviar a cada uno de ellos, pertenece más al capítulo de los milagros que a otra cosa… 
Pero al principio, les hablaba de nuestro otro gran récord que para mí, tiene un significado muy, muy especial. Se trata de que en nuestro centro se encuentran algunos de los leones más viejos de Europa o puede que incluso, del mundo. Si les soy sincero, para nosotros es tan importante como emocionante poder cada día proteger y cuidar a cada uno de ellos. En el Arca viven tranquilos. Encuentran la paz que sus vidas anteriores les negaron y envejecen entre amigos. Nosotros les ofrecemos, humildemente lo poco que tenemos pero por su enorme longevidad, yo creo que nos lo agradecen infinitamente y la verdad es que, cuidarlos para nosotros es un honor y un orgullo. 

Sólo espero que poco a poco esa maldita forma de tratar a los animales que hizo que un día todos esos leones tuvieran que ser rescatados, simplemente, pase a formar parte de la historia y el pasado de un país al que, por cierto, le está costando mucho más que a otros de su entorno, entender que la vida de un animal es algo sagrado y que el ser humano, el único derecho que tiene sobre ella es a cuidarla y protegerla.
¡Ojalá algún día todo el mundo llegue a entender, algo tan sencillo y básico, como eso!

Raúl Mérida


Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com 





6/2/16

Depredadores sin límite

No existe en el mundo mayor atleta que un animal libre.


¿Qué animal creen que es el mayor depredador del mundo, el cazador más infalible y certero del planeta? ¿Quizás, el león? Podría serlo por sus muchas facultades pero, no es así. ¿Y el tigre? Sin lugar a dudas comparte también muchas cualidades con los anteriores pero, no, tampoco son ellos. 

El animal más peligroso del planeta para sus enemigos, aquel que cuando se decide a atacar, prácticamente, nunca falla, no es ningún gigante sino todo lo contrario. Se trata, ni más ni menos que de  las pequeñas libélulas. 
Sus virtudes no han pasado desapercibidas para los ejércitos de todo el mundo, es más, hace tiempo que copian algunas de sus cualidades. Por ejemplo, los aviones de caza están basados literalmente en su forma de volar. Cuentan que fueron varios ingenieros aeronáuticos de aviación los que a principios del siglo XX, recibieron el encargo de crear un avión rápido, potente y sobre todo, muy ágil. Así, tras observar el vuelo de miles de aves, decidieron finalmente que ninguno de ellos igualaba a la operatividad que poseía el de la libélula. 
Y es que sus cualidades son muchas. Para empezar, la libélula es capaz de quedar totalmente suspendida en el aire durante varios minutos. Además, su vuelo tiene otras características que lo hacen único. Por ejemplo, su capacidad para poder cambiar de dirección en cualquier momento o algo tan fundamental, casi mágico, como poder volar hacia detrás. Fíjense sólo en un detalle, actualmente, todos los aviones que aterrizan sobre portaaviones basan su forma de vuelo en este animal. 

Sin embargo, no es sólo su forma de volar la que les otorga a estos insectos su enorme potencial de caza. En realidad su principal virtud está en sus ojos.
Las libélulas tienen ojos compuestos y muy, muy grandes, lo que les permite una visión de 360 grados. Pero su verdadera cualidad  está en que a través de ellos, son capaces de obtener una vista en mosaico. Si se fijan en su ordenador o en su móvil y aplican la función para ver las fotos en mosaico verán que esto les permite ver miles de imágenes diferentes a la vez en un segundo. En el caso de las libélulas, eso les facilita obtener distintas vistas de un mismo animal a tiempo real pero no crean, no se queda sólo ahí la cosa,  su potencial visual va incluso más allá. 
Las libélulas tienen cinco oxinas –las oxinas son unas proteínas sensibles a la luz. Para que se puedan hacer una idea, los humanos tenemos tres oxinas que nos permiten distinguir tres colores o luces fundamentales como son la luz roja, verde y azul. Sin embargo, las libélulas gracias a sus cinco oxinas pueden llegar a ver colores que son invisibles para el ser humano. Estas proteínas le permiten, por ejemplo, percibir todos los contrastes que la luz puede ofrecer. Así, para ellas, el azul del cielo es mucho más brillante o el verde de las hojas mucho más intenso, ¿y eso en qué les ayuda a la hora de cazar? Pues mucho porque lo anterior produce un efecto de claridad en su entorno que le facilita identificar con  rapidez y absoluta precisión a cualquiera de sus víctimas, aunque éstas se encuentren en movimiento o incluso, situadas a más de doce metros de ellas.    

Hoy en día se considera que una libélula caza mortalmente al noventa y cinco por ciento de las víctimas que se propone, cifra que no alcanza ni por asomo, ningún otro depredador del planeta. 
Y no crean que en este curioso ranking, tras las anteriores, les seguirían algunos de los animales que he citado al comienzo de este artículo, para nada, probablemente en la lista de grandes cazadores le acompañaría otro gran aviador, por cierto, también muy cercano a todos nosotros pero, es este caso, muy poco querido... Me refiero a los murciélagos.
Cada murciélago puede llegar a comer cada día más de tres mil o cuatro mil insectos y claro, para eso, antes deben haberlos cazado… Su sofisticada técnica para conseguirlo ha despertado también el interés de la industria militar. Los murciélagos no ven con los ojos, ven con el sonido. Por eso, para saber a qué distancia se encuentra un insecto, lo que hacen es emitir ondas sonoras en la oscuridad y escuchar los ecos que las mismas les devuelven, lo que se conoce como ecolocalización. ¿Les recuerda a algo? En efecto, fue la Marina la primera que desarrolló los famosos sistemas de navegación por sonar que tantas vidas humanas han salvado desde su utilización. ¿Quién sabe? ¡Quizás a partir de ahora cuando vean volar a un murciélago puedan mirarles con mayor admiración!

Pero este artículo faltaría a la verdad si realmente no hiciera referencia a un animal más. 
Sí, es rigurosamente cierto que los anteriores son grandes depredadores de forma natural. Poseen sentidos que les permiten serlo pero en realidad es el ser humano el único que mata por placer y por cierto, el único que ha inventado máquinas de matar cuyo poder destructivo es tan alto que, probablemente, algún día acaben incluso matándolo a él.  
Así que no lo olviden nunca, los mayores depredadores del planeta tierra, en realidad, somos nosotros mismos.

Raúl Mérida


Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com 



¿Osos o leones?


Cuanto más conozco al hombre, más admiro a los animales.

Existen muchas curiosidades y cualidades de los animales que viven en el Arca que si cabe, aumentan aún más la importancia y grandeza que poseen. Conocerlas ayuda entender mejor lo que han sufrido y sobre todo, lo que algunos  humanos han sido capaces de llegar a hacer o mejor dicho, a <<mal hacer>> con algunos de ellos.

Por ejemplo, cuando hablo del león que tenemos acogido en nuestro centro y que quedó ciego y sordo porque lo mantenían atado en la trastienda de una conocida discoteca, siempre explico que un león es capaz de oír varios miles de veces más que un humano. 
En realidad, eso lo consiguen sobre todo gracias a que son capaces de escuchar infrasonidos que nosotros jamás podríamos ni siquiera llegar a sentir... Imagínense, por tanto, la tortura que pudo  llegar a padecer encerrado en aquella discoteca. Para una perfecta máquina de oír cómo él, tuvo que resultar absolutamente insoportable el sonido ensordecedor de la música disco a toda pastilla. No es de extrañar que sus tímpanos quedaran inutilizados de por vida.  

Pero verán, al hablar de los leones también suelo referirme, a menudo, a su capacidad de oler. Comparándolo de nuevo con nosotros, podemos afirmar que un león huele un millón de veces más que un humano, lo que sin duda es una barbaridad. Cualquiera de los leones que tenemos acogidos en nuestro centro de Alicante, sin moverse de su recinto, puede saber perfectamente cada día qué es lo que se cocina en cualquier restaurante de la Costa Blanca. Nosotros no podemos llegarnos a imaginar que significa eso ni como pueden llegar a procesar tantos olores distintos pero el cerebro de un león está perfectamente diseñado para ello.

Y no crean, en realidad, siendo una pasada lo anterior, si les soy sincero, no es el animal con el olfato más desarrollado que ha pasado por el Arca. Los osos que hemos rescatado a lo largo de estos años, por ejemplo, nos han demostrado claramente que en eso del olfato, el oso es el rey.  
Verán, un oso huele siete veces más que un león. Se considera que es el animal que más olfato tiene en todo el planeta. Éstos usan su capacidad para oler como forma de comunicación. Les sirve para buscar pareja o por ejemplo, para reconocer a sus crías. Son capaces de oler lo que no podemos llegar ni siquiera a imaginarnos, por ejemplo, las plantas que hay en el interior de una casa cerrada qué comida guardamos dentro de la  nevera para almorzar mañana. 
Para hacernos una idea de lo que significa esa capacidad en su vida podemos decir que mientras el tamaño del cerebro de un oso es tres veces más pequeño que el de un humano, sin embargo, la zona que gestiona el olfato en su cabeza es cinco veces mayor que la nuestra.  Pero, ¿y su nariz? ¿Realmente existe tanta diferencia entre la de un humano y la un oso?  Pues sí. La nariz de un oso es, nada más y nada menos, que cien veces más grande que la nuestra… 

Pero, volviendo a nuestro león de El Arca, aún nos queda una facultad de la que, en su caso, carece por haber recibido el impacto de cientos de miles de flashes cada día sobre sus ojos. Me refiero, claro está, a la vista. 
Desgraciadamente, el haber sido usado sin límite alguno cada noche en la discoteca para hacerse fotos con el mismo, dañó sus retinas de por vida perdiendo así una de las cualidades principales que poseen estos animales.
Para que puedan hacerse una idea, un león es capaz de ver lo que ocurre a kilómetros de distancia y de percibir cualquier ligero cambio que se produzca en su entorno. Pero en realidad, siendo excepcional su visión durante el día es, sin lugar a dudas por la noche, cuando adquiere cualidades absolutamente increíbles. 
Un león es capaz de ver diez veces en la oscuridad mejor que nosotros. Sus ojos pueden captar la luz más débil e iluminarse con ella. Para ellos, por ejemplo, la luz de la luna o la de las estrellas es como para nosotros un potente foco de luz direccional. ¿Y cómo lo logran? El secreto está en el interior de sus ojos. Por un lado poseen una retina recubierta de un grupo muy denso de células fotosensibles pero, además, por otro, tienen lo que se llama "tapetum", una capa de células reflectantes detrás del ojo que son las que se encargan de alumbrarles en la oscuridad. ¿Han visto alguna vez lo que ocurre cuando alumbramos con el coche los ojos de un gato? ¿Se han fijado en como brillan? Eso lo produce el tapetum lucidum que en realidad comparten todos los felinos e incluso también los perros pero, no los humanos.  
El tapetum refleja la luz visible a través del ojo y así, sus fotoreceptores tienen una segunda oportunidad para absorber los rayos de luz. Evidentemente, todo esto trae consigo una mayor capacidad visual nocturna o lo que es lo mismo, una enorme ventaja para cazar de noche.  

Así que, pensando en todo lo anterior, podemos hacernos claramente una idea de porque se les considera el rey de la selva. Los leones disponen de un conjunto de sentidos tan desarrollados que no tienen enemigo alguno…  Salvo el hombre, claro está que como siempre, sin miramiento alguno los caza, los vende y los utiliza en su provecho aunque, por ello, como en el caso del león que tenemos rescatado en el Arca, quede, desgraciadamente,  ciego y sordo de por vida.  

Raúl Mérida


Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com 



¿Están locos los animales?


Cuando el hombre cambia el clima, el clima cambia al hombre.

De todas las conversaciones con las que hemos saludado el nuevo año, probablemente, una las que con más frecuencia se ha repetido es la que hace referencia a la climatología. Desde que estrenamos este atípico invierno, incluso desde unas semanas antes, las temperaturas que nos acompañan han sido tan variadas y extrañas que, a veces ha llegado incluso a parecer que estábamos más  en un periodo primaveral e, incluso, veraniego que en pleno mes de enero. Sin embargo, esta circunstancia, aparentemente, tan amable para el ser humano es, probablemente,  en sí misma,  la mayor amenaza que ha sufrido jamás la vida en nuestro planeta.

Porque ¿qué ocurre cuando, de pronto, en medio de una estación fría la temperatura se eleva y se eleva hasta convertirla en cálida? Pues que los peligros para la desaparición de algunas especies se multiplican hasta el infinito. Y, no crean, no se trata de una afirmación alarmista, al revés, creo que incluso es prudente si se atienden a las gravísimas consecuencias que de todo esto se desprende.
Verán, en realidad,  existen animales perfectamente preparados para sobrevivir en las temperaturas más frías y a la vez, en las más cálidas. Su cuerpo y su piel se protegen y regulan para poder hacer frente a esos cambios, por otro lado tan periódicos como previsibles, que traen las distintas estaciones durante el año. 

Por ejemplo, los lobos que tenemos en el arca pierden todo su pelo al llegar las temperaturas más cálidas y les crece cuando comienzan las más bajas. Su aspecto cambia tanto que nadie diría que se trata de los mismos animales. En realidad, lo que ocurre es que nuestros lobos, Lupus e Iris, tienen métodos innatos para adaptarse a la temperatura según las épocas del año pero, claro, no siempre son infalibles porque, al contrario de lo que muchos creen, ese cambio no lo realizan en base a que tengan más frío o más calor. 
La pregunta es: ¿cómo saben entonces ellos en qué mes nos encontramos y la temperatura típica del mismo? Durante mucho tiempo, como antes comentaba, se pensó que todo era, simplemente, una respuesta del cuerpo, de la piel, ante la temperatura que marcaba el termómetro exterior pero, hoy ya se sabe que no es así. 
En realidad es el cerebro de los animales el que consigue sincronizarse con las estaciones. Para ello, los lobos, por ejemplo, cuenta con un arma eficaz e infalible. Se trata de una glándula pineal que existe en el cerebro de los mismos –por cierto que los humanos también la tenemos- ¿Y qué función realiza ésta? Pues una fundamental. La glándula pineal produce la melatonina, una hormona que permite algo tan importante cómo medir la longitud del día y de la noche, modular el sueño, los ritmos cardíacos o, por ejemplo, sincronizar sus cuerpos y sus necesidades con las estaciones del año.

Así, el cerebro de los lobos del arca o de aquellos que viven en libertad o, por ejemplo, de los zorros que habitan en los campos de España, reciben información directa de cuanto tiempo de luz tiene cada día y, al hacerlo, de que estación del año es en la que nos encontramos según la cantidad de horas de sol y la duración de la noche. Si los días son cortos, el cerebro de los animales interpretará que las temperaturas en nuestro entorno serán bajas y su cuerpo pondrá en marcha los mecanismos de defensa ante esta situación. 
En el caso de los lobos su pelo será más tupido y largo durante los meses más fríos y se les caerá completamente durante los más calurosos. Los zorros modularan la densidad de su pelo como respuesta al frío o al calor pero, en su caso,  incluso, irán más allá. Modificarán el tono del mismo para que su aspecto se acomode al de la naturaleza que les rodee y así, poseer un mejor camuflaje, acorde al color que presenten las plantas y las hojas de los árboles según la estación en la que se encuentren.

Pero claro, imagínense ¿qué ocurre cuando todo ese equilibrio salta por los aires? ¿Qué pasa cuando durante los días más cortos del año, sin embargo, las temperaturas son tan altas cómo nos ha ocurrido estas navidades pasadas? Los seres humanos está claro que como animales que también somos, lo solucionamos fácilmente, sacamos la manga corta o la larga según el calor que hace pero, como pueden imaginarse, en el caso de los animales salvajes todo es mucho más complicado. 
Éstos se vuelven prácticamente locos. Los mensajes que reciben de la naturaleza son totalmente contradictorios y sus cuerpos, realmente, no saben cómo actuar. Por ejemplo, si su cerebro se dejara guiar por la temperatura existente y mandara la orden a su cuerpo de cambiar su pelo podrían morir de frío ante bajadas extremas de temperatura que, a nadie se nos escapan, que aún llegarán. Pero por otro lado, los problemas de termorregulación que pueden sufrir también conllevan una enorme gravedad. No hay que olvidar que el calor excesivo con un pelaje tan abundante, podría conducirles fácilmente a sufrir un golpe de calor, la temible hipertermia, una especie de shock que podría llegar a costarles la vida.
¿Se imaginan nuestra península sin lobos o por ejemplo, sin zorros? El equilibrio del ecosistema saltaría por los aires, la proliferación de algunas especies como roedores pondría en peligro otras y no lo duden, todo ello afectaría también al ser humano.

Y no crean, hay tantos otros animales afectados por estos cambios bruscos e inusuales de temperaturas, tantos, que necesitaría el periódico entero para ir contándoles uno tras otro… Por ejemplo, sin ir más lejos, el de algunos de los pájaros de nuestro entorno más cercano que confundidos por las altas temperaturas, adelantan sus cortejos, su nidificación e incluso sus puestas de huevos pensando que ya es primavera. Todas esas futuras crías se pierden cuando las temperaturas vuelven a bajar. O también, el de aquellas otras aves que renuncian a sus viajes migratorios confundidas por el calor reinante de estas semanas pasadas y que desgraciadamente el frío se lleva por delante cuando, bruscamente, regresa semanas más tarde. Y así sucesivamente. Como fichas de dominó, la vida de unos animales, al desaparecer, tumban  la de otros sin remedio.
Por eso, es posible que estos días pasados nuestras playas se hayan llenado  de forma inusual y que nos hayamos alegrado al poder disfrutar de días tan templados pero, no se engañen, las buenas temperaturas de las que hemos disfrutado estos días son para la vida en este mundo, simple y llanamente, pan para hoy y hambre para mañana. 


Raúl Mérida


Nota: En el Arca de Noé rescatamos aquellos animales salvajes que necesitan ayuda www.fundacionraulmerida.es  o www.animalesarcadenoe.com